Desempeñar con resultados favorables las responsabilidades de director de Economía de la Universidad de La Habana (uh), vicerrector de Servicios y Economía y jefe de entidad en la Unidad Presupuestada de Aseguramiento del célebre recinto, avalaron que, a inicios de 2019, el doctor Carlos Manuel Pérez Cuevas recibiera la encomienda de atender el Jardín Botánico Nacional (JBN).
Poco tiempo después, la doctora Mirian Nicado García, rectora de la casa de altos estudios, le dio una de las mayores sorpresas de su vida, al designarlo director general de esa institución, en junio del propio año.
«Fue algo totalmente inesperado y una muestra de la confianza depositada en mi persona, por la rectora. Ella asumió el riesgo de llevar a un economista (es graduado de Licenciatura en Contabilidad y Finanzas) a dirigir un centro, que además de dedicarse a la Botánica, disciplina de la cual solo tenía un conocimiento general, se encontraba inmerso en un proceso de recuperación y desarrollo, por indicaciones del General de Ejército Raúl Castro Ruz.
«No me sentía preparado para ocupar esa función, pero desde el principio traté de inculcar en el colectivo de trabajadores el espíritu de hacer y desterrar la palabra imposible ante cada tarea por emprender por difícil que pareciera, así como propiciar la participación colectiva y colegiada en la toma de decisiones.
«El cambio más radical fue pasar del mundo de la Economía hacia el mundo de la Botánica; pero encontré allí personas maravillosas, tremendamente comprometidas, sabias, que me han dado todo su apoyo.
«Mi vínculo precedente con la administración de recursos materiales y financieros, la gestión de las infraestructuras y el desarrollo de sistemas organizativos, devino en buen complemento para dirigir la institución en los últimos cinco años», precisó Pérez Cuevas.
–¿En qué condiciones se encuentra el JBN en la actualidad?
–Debo decir, en primer lugar, que el JBN es hoy una Entidad de Ciencia, Tecnología e Innovación, que forma parte de la uh desde la concepción inicial del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, su principal promotor.
«Es imposible no destacar la impronta dejada allí por el profesor alemán Johannes Bisse, figura cimera en los primeros tiempos de la institución, abierta al público en 1984; y de su fundadora y directora hasta su fallecimiento, en 2014, la doctora Ángela Leiva Sánchez.
«El año 2019 marcó un momento de sumo significado para la entidad. Después de una reparación capital, en agosto se reinauguró el Jardín Japonés y el Restaurante El Bambú, completamente renovados.
«También, y con la presencia del Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quedó abierto el edificio científico-docente, el nuevo herbario y la biblioteca. Ya en años anteriores se habían recuperado la cerca perimetral, el centro de convenciones y el hotel científico, junto a otras obras que le fueron devolviendo al Jardín el esplendor de antaño.
«Importante resultó, además, la reparación de las añejas estaciones de bombeo de agua y parte de las redes de distribución, mediante el empleo de nuevas tecnologías, el cambio completo de las mallas protectoras en los pabellones de media y alta montaña, y el bacheo y rescate de 12 kilómetros de carretera dentro de la entidad.
«Enfrentamos un reto enorme en lo concerniente a la preservación de las colecciones de plantas y al mantenimiento de toda la infraestructura vinculada a esa actividad.
«Nuestro jardín es el más extenso del mundo. Dispone de 478 hectáreas, y en alrededor de 450 de ellas crecen, bajo techo y al aire libre, cerca de 3 000 especies y alrededor de 400 000 individuos. Conservarlas demanda acciones de poda, corte de la hierba, control sanitario, fertilización, altos niveles de tierra, riego, motosierras, camiones y otros insumos, que son muy costosos.
«Para el actual año, nos propusimos financiar hasta el 90 % del presupuesto del Jardín, mediante los ingresos producidos por los visitantes nacionales y extranjeros, y el aporte en moneda libremente convertible que tributa la actividad científica y académica. Otros montos provienen de la prestación de servicios científico-técnicos, la colaboración internacional y los donativos».
Según refirió a Granma el doctor Carlos Manuel Pérez Cuevas, la investigación mantiene su condición de absoluta prioridad en el quehacer cotidiano del JBN.
El peso fundamental continúa enfocado en la flora cubana. Durante los últimos 20 años, las expediciones de los profesionales del Jardín condujeron al descubrimiento de 60 nuevas especies para las ciencias, y a la actualización de 250 nombres de plantas.
«Resalta, entre los resultados de mayor relevancia, el liderazgo del JBN en la confección de la nueva Lista Roja de la Flora de Cuba, obra en la cual se evaluó el 66,57 % del total estimado de especies cubanas
«Adicionalmente, esos trabajos permitieron relocalizar diferentes especies raras o perdidas, mientras lograron completar vacíos existentes en descripciones publicadas con anterioridad. En el herbario hemos incrementado, de forma permanente, sus colecciones, y ya dispone de cerca de 300 000 ejemplares.
«No puedo dejar de mencionar la activa participación del JBN, junto a otras instituciones nacionales, en la confección de la Estrategia Cubana para la Conservación de Plantas 2023-2030, pieza clave para conocer la diversidad vegetal de la Mayor de las Antillas, y trabajar en su conservación, con acciones debidamente respaldadas por el conocimiento científico.
«Estudios recientes mostraron que el 92 % del área que abarca el Jardín Botánico Nacional tiene una alta densidad vegetativa; mientras, de 2019 a 2023 sus investigadores publicaron 112 artículos en revistas arbitradas y 30 libros y monografías. Obtuvieron, además, 46 premios nacionales y tres reconocimientos internacionales».
«Son noticias buenas y alentadoras, que nos comprometen a trabajar más para mantener en alto, y de manera permanente, la condición de centro emblemático de la uh en materia de investigación, docencia de pregrado y posgrado, educación ambiental y recreación sana», aseveró el doctor Carlos Manuel Pérez.